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Retrato de un Jugador

Ante la posibilidad de estudiar cualesquiera de las múltiples formas de concebir el mundo (o lo que es lo mismo, de elegir vivir en uno de esos mundos posibles) escogió el llano estudio de la ley. El corpus continuamente vago, continuamente informe de normas con que los hombres aún pretenden regir todas las parcelas de la vida. Una vida irregible, incorregible. Una vida despótica y sin ilación.
Demasiado tarde comprendió que estudiar leyes en nuestro siglo (y en todos los siglos) es casi como dedicarse al estudio y ensayo aplicado de las diversas formas de cazar dragones.

Demasiado tarde comprendió que los dragones no existen. Y si acaso existieran, ellos serían los cazadores.


De "Correspondencias Secretas" (Ediciones del Dock, 2015).

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