fumando solo,
esperando al tiempo.
Tus penas son para el viento,
tu silencio es de soledad.
Jugaste al tiempo y perdiste,
colgaste tus pausas del sol.
Toserás tabaco
y cuando entristezcas
pactarás con la lluvia,
pastarás del aire:
sabrás por árbol, pero más
sabrás por viejo.
Sentirás hambre, pero hambre
de dulce, árbol.
Y cuando anochezca, partirás
a tu propio encuentro,
cuando oscurezca
con los ojos abiertos
dormirás.
Árbol
fumando el odio sin filtro,
masticando el humo lerdo.
Tus quejidos son para el viento,
tu desierto es de soledad.
Tus ojos y tus manos son del viento,
pero tus piernas son del sol.
Árbol de cuerpo,
árbol demente,
árbol de pie
serás tu propio guardián:
guardarás tu llanto.
Y cuando amanezca,
cuando el humo expire y las tímidas
trenzas de la luna
se sublimen,
tonto árbol,
rompiendo tus tibias,
surgirás.
Comentarios
Publicar un comentario