de forcejear con las palabras
me callo,
guardo distancia,
espero
y pido perdones
enormes como patios.
Somnoliento
silbo y bailo
melodías sagradas en compases herejes.
Cuando me resiento
de discutir con mis pasos
me detengo,
despienso,
deshago páginas
y escribo
silencios claros.
Despierto
resto horas,
sumo párpados,
me desentiendo y me levanto
oliendo a olvido.
Cuando me acuerdo,
cuando pierdo el tiempo
y junto barro,
cuando me descubro
extrañado
entre montones de memoria
entonces
falto a mi palabra,
desciendo
y vuelvo al silencio
despacio,
como quien vuelve a casa.
Comentarios
Publicar un comentario